Este día pasará a la historía por ser el día en el que me eché el pedo largo de mi vida. Fue algo sorpresivo, fueron
13 segundos
de ininterrumpidos disparos de metano que, afortunadamente, se sucitaron mientras estaba solo, porque de otra forma hubiera tenido que contener el aire y no hubiera podido batir este récord. Bueno pues me siento feliz, muy contento de haber roto mi propio récord y me siento muy seguro de poder defender mi título frente a los más pedorros del mundo. Gracias.
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