viernes, 12 de noviembre de 2004

La diferiencia gringa.

Esta mañana, como todous los lunes, miércoles (saacou) y viernes desayuné en el Atrium (una pinchi cafetería de aquí de la escuelucha). Comou de costumbre, me eché mi Breakfast biscuit con sausage y una orden de potato rounds y otra de bacon. Desayunou de campiones.

Me fui pa mi clase. En la clase me di cuenta que a los demás pindejous (inclusou a los graduados) les había idou de la revértebra igual que a MÍguel. Me reconfortó un pocou. Salí de la clase y me juí ( o me vine?) direito pa mi cuartuchou. Cuál fue mi sorpresa que al buscar en mi pinchi panta no encuentro mi puta ID pa poder entrar a mi residencia. Veeeeeeeergas!! pensé. ¿Dónde chingados la dejé?. La última vez que la saqué fue cuandou desayuné. Tons había dos posibilidades: 1. La dejé en la mesa o en la caja al momentou de pagar, o 2. La había dejadou en la charola y al momentou de tirar la basura la tiré tambor. Cualquiera de las dos opciones por pindejas que parezcan me parecían muy probables, tomandou en cuenta que el sujetou en cuestión (o sea, yoplait) es un expertou en perder cosas. Estaba dispuestou a autotransformarme en un segundou en Pepenator pa ir a urgar la basura por mi credencial. Pero, trankuilou como soy, decidí primero ir a dejar mis librous a mi cuartuchou. Llego. Ya que estoy aquí pos prendo la compu. Como está haciendou un putal de frío pos que me echou una meada (en el bañou por supuestou, no aquí en frente de la compu). Pos ya que andamos con las calmas que checo mi mail. Y cuál fue mi sorpresa al encontrar un correo que leía exactamente como sigue:

We found your ID at the Atrium Food Court this morning. You may claim it by contacting any cashier or supervisor. They will retrieve it from the office. Thank you. If not pickup before Monday we will mail it to you. Thank you.

Josephine M. Turner
Auditor/Bookkeeper
Atrium Food Court

Traducción:
"Pindejou!, encontramos tu pinchi credencial, ah qué pindejou estás!, la dejaste en la pinchi mesa animal!. Te wa dar de plazou, pa que vengas por ella, todou el pinchi fin de semana, si eres tan pindejou que también se te olvidó dónde está el atrium, te la mandamos por el pinchi correo, así te quedas sin comer una semana completa, a ver así si se te quita lo PENDEJO.

atte.
Tu madre."

Pos sí, que encontraron mi credencial y amablemente me la guardaron y que puedou ir por ella cuando quiera, y que si, por alguna razón, no puedo ir por ella, que no me preocupe, que me la mandan hasta mi cuartou. A toda madre.

Sin embargou, ante semejante sucesou, no pude resistir la siempre latente tentación de comparar un hechou de similares características ocurridou en mi Méxicou lindou y queridou. El mensaje, creo yo, sería como sigue:


(escritou en una servilleta con restos de mostaza -de la amarilla-)

"Si tú eres Ernestou, la mushasha que limpia se encontró tu credencial en el pisou. Si no vienes antes de las 2 a recogerla no te garantizo que esté ahí. No somos paquetería. Así que si no la recoges prontou la tiramos a la basura.

Gonzala
La de la caja."

Eso sería, en el remotou, pero no imposible, caso de que yo recibiera notificación alguna del paraderou de mi pinchi credencial. Lo más probable sería que al otro día (o a los días) que fuera a la misma cafetería, la Gonzala me dijera: "Te llamas Ernesto?" - "Simón" - "Ah, porque te pareces a un pindejou que se le olvidó su credencial y que se llama Ernesto, aquí la tenemos, pero el idiota todavía ni se ha de dar cuenta que la perdió, jaja" - "No, que simón, que sí me llamo Ernesto, que yo soy..." - "Ahh... aquí tá tu credencial, ten más cuidadou" - "Chas Gracias...".

Ehh... pues qué padre veda. Si yo reconozcou que los putous gringous tienen sus cosas buenas, pocas, pero tienen. Bonita historia pa contar a sus reantonios (o sea, retoños) apocou no?.

Ya no puedou escribir más pendejadas al respectou para terminar este post. Así que me despidou con esta frase de... ah no mames, ya mejor le cortou...

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