miércoles, 29 de septiembre de 2004

Coincidencias (?)

Chiale... en ocasiones como ésta me parece imposible no pensar que existe algo que me está guiando o que realmente tengo un poder de percepción excepcional que me permite encontrar las respuestas donde no las busco.

Este episodio, en su tipo, no es el primero que se me presenta en mi vida. Recuerdo una vez que estaba perdido, literalmente. No sabía qué hacía con mi vida, porqué tantos pensamientos sin conclusión, cuál era la causa de tal desorientación. En ese momento ya había decidido que no había una deidad superior a mi propio ser que cuidara de mí y fungiera el papel de guía en mi vida. Pero ese día, fui al cine solo, como muchas veces cuando no encuentro con quien ir o, simplemente, no tengo ganas de compartir una película con alguien. La película para la que compré boleto empezaba como en media hora más tarde, así que decidí esperar en la librería del Sanborn's del cine. Hojeando libros me encontré con uno. Uno en especial. A mi amá le encantan los libros de superación personal y a mí nunca me habían llamado la atención por tratar problemas que no identificaba (o no quería identificar) en mi vida. "El caballero de la armadura oxidada". No sé porqué empecé a hojearlo. Al hacerlo, el personaje principal, con todo su patetismo, barbarie e ignorancia empezaba cada vez más a parecerse al megaNacou de ese momento: tan aislado, incomprendido hasta por él mismo y, por ende, solitario. El libro era básicamente una crónica de cómo este "caballero" se ve atrapado en su propia armadura, esa coraza de hierro en la que sus miedos tomaron forma física. Es un relato de cómo el caballero vuelve a ser quien era. Ese personaje que en ese momento era tan parecido a mí. Alguien ya había escrito cómo solucionó su problema. Vergas... la neta que sí me sorprendió. No por lo bueno que fuera el libro, sino porque parecía especialmente dirigido hacia mí, en ese momento, en esas condiciones. Iba hasta casi la mitad y lo tuve que comprar porque el guardia me estaba haciendo caritas ("te wa madrear si no lo compras..."). Me lo llevé, pero lo sorprendente y realmente inexplicable (para mí) es que fue como si mi pregunta se hubiera respondido, como si la ayuda que había pedido hubiera llegado, como si alguien o algo realmente estuviera escuchando de lo que un pindejou como yogurt pudiera estar quejándose.

Pero bueno, ésa es ooootra historia... El episodio de hoy comienza hace 2 días, cuando un amigo súbitamente se ofrece a prestarme películas después de ver los porky vids en mi laptop. Yo no le pedí que me prestara sus películas. Pero el insistió, pasó mis videos a su compu y me pasó unas cuantas películas: Ice Age, Billy Madison, Austin Powers II y me prestó el DVD de Chasing Amy. Chilo. Había oído de esa película y por alguna razón tenía ganas de verla. Eso fue el domingou. Yo estaba medio awitadón porque el sábado había recibido un mail de mi jefe, diciendo que, después de 1 año sin verme, tiene ganas de platicar. Me pareció curioso que hacía sólo unos días había estado pensando en él, en nuestra relación (si es que existe) y llegué a una conclusión (para variar): que no iba a pasar el resto de mi vida evitándolo y sin hablar con él para que el muy cabrón en algún futuro mientras esté en su lecho de muerte decida pedirme perdón por nunca haber sido el padre que debió ser, y yo, como lo pindejou que soy y dadas las circunstancias pos a huevo que lo iba a tener que perdonar, el podría morir en paz y yo me quedo con el pinchi recuento de los años que pasé sin querer hablar con él para que al final lo perdone. Pos no. Me dije a mí mismo: "Mímismo, no es justo pa ti que te desgastes tratando de evitarlo para nada, para que al final termines perdonándolo". Tons me dije que cuando tuviera oportunidad le diría que no hay pedo, que lo perdono (aunque increíblemente el no cree que necesite pedir perdón) pero que a estas alturas creo que un padre ya NO me es necesario. Que probablemente podría ser un amigo de la familia (que ahora ni eso es), al que muy de vez en cuando ves, te pregunta cómo está todo (como si "todo" fuera tan fácil de describir en una conversación) y te aliviana con una feria si en ese momento se cree capaz económica y anímicamente de hacerlo. Eso ha sido todo este tiempo, sólo que yo y él teníamos la percepción equivocada: creíamos que era mi padre. Pero la neta es que no, siempre fue como el padrino buen pedo que se acuerda de sus ahijados cada 2 años y los visita, los invita a cenar, algunas veces los lleva a su casa con su familia y después los deja para eguir con su vida normal. Pero bueno, eso toma tiempo en asimilarse, y, aún así, creo que me tardé demasiado. Tons, había pensado en él, me preguntaba porqué y fue cuando le pregunté a mi JEFA (la de a devis) cómo era que este huey sabía donde estaba. Ella me dijo que él había pasado por la casa a preguntar por nosotros, por mí, mi amá le dijo que andaba por acá y el huey se le ocurrió mandarme un mail pa decirme que quería hablar conmigo y me puso en el mail una página en la que busca vuelo, hotel y carro en Indianápolis. Me vale madre. Mentiras... staría chilo que viniera pa que me alivianara con una feria, pero la neta no me importa nada hablar con él. Si le digo lo que pienso es porque él me lo pregunta. Lo curado es que cuando yo pensé en él, él estaba preguntando por mí. Ta bien pues, así me sentía el domingou.

Lunes, sin nada interesante durante el día. Todavía andaba pensativo por lo que le iba a contestar al huey ése en el mail. Íbamos a ver la de Chasing Amy en el cuarto de las ibéricas pero prefirieron ir por unas cheves, y ante mi tímida resistencia me llevaron con ellas. Una jarra y después de regreso. Todavía pensativo. Ése fue ayer lunes.

Hoy me perdí el desayuno porque no me quise levantar. Tenía un chingo de hueva. En lugar de eso, me bañé, me tallé bien, me rasuré, me enjuagué con Listerine y me perjumé porque tenía pensado ir a mi Examen Médico (obligatorio). Bien limpiecitou, como pocas veces (porque me dijeron que te revisan hasta los eggs...), voy hasta el pinchi Health Center. Resulta que tengo que tener una cita. No hay pedo, me la hacen pa la próxima semana. Me regreso. En el camino vengo pensando en Ti, en Ella, en esa segunda persona del singular que en este blog siempre se refiere a la misma. Pensé en lo que me habían dicho días antes: "si ella nunca te ha dado señales de que quiere algo más contigo...". Muy cierto. Traté de encontrar algo aparte de lo que yo mismo pude inventar. Nada. Entonces llegué a la conclusión de que me iba a desligar de ella, que para poder atarse a un amor tiene uno que ser libre primero y no amar para sentirse libre. Conclusión a la que he llegado 12983749871231231230.98 veces en sus infinitas variaciones. Llegué con eso en la cabeza. Comí. Me fui al cuarto. Como no tenía nada que hacer me puse a ver Chasing Amy, por fin. La historia es de que este huey se enamora de una vieja, la vieja de él, pero el pedo es que ella era lesbiana y más loca que la chingada, le hacía de todo, y pos el vato como que se frikea por eso... quién sabe porqué... Una escena que me llamó la atención: cuando están el carrou, después de que salieron juntos, el se paró a platicar porque ya no aguantaba. Toda la escena me parece tomada de mi memoria, de una de esas tantas veces cuando la llevaba a su casa y nos quedábamos platicando en el carro. El huey le dice que no aguanta tenerla a su lado sin poder abrazarla y decirle lo que significa para él, que cree que tienen una amistad muy especial pero que está dispuesto a arriesgar eso por querer llevarlo al siguiente nivel, el huey le dice que la ama, no como amigos ni de una manera tierna, sino de una manera simple, verdadera. Chiale... es exactamente lo que sentía cada vez que la llevaba a su casa, cada vez que estábamos juntos, cuando la veía, cuando pensaba en ella. Esa escena es como si fuera yo (con un poco más de valor...) diciéndole a Ella lo que siento. Chiale, ya no sé qué más escribir. Pos sí, precisamente hoy que estaba pensando en ella veo esta película que me recuerda exactamente a nosotros y me muestra (casi educacionalmente) lo que debería haber hecho. Pero bueno, yo también tenía mis complicaciones. Éramos amigos y yo creí inocentemente que al saber ella lo que sentía nuestra amistad tendría sólo dos opciones: seguir al otro nivel, o seguir igual. Al parecer una tercera opción se presentó en la que ninguno de los dos fue el mismo otra vez, porque no somos lo suficientemente valientes como para hablar de eso (al menos yo no lo soy... lo reconozco). Y aquí estoy, casi 4 años después y con la misma incertidumbre. Cuando la veo, me siento como antes, no sé de qué hablar, ya no sé qué contarle, no sé si abrazarla porque no sé cómo lo va a tomar. Ahora ya no sé realmente qué somos ni qué podemos ser.

Pos bueno, la película no terminó bien. Lo cual está chilo. Más realista. No pesimista. Sino realista. El que no acabe bien no significa que acabe mal. Y yo todavía no sé si esto ya acabó. Si soy un pindejou porque no lo supero y me ocupo de otra cosa, o si soy un pindejou porque, la verdad, no traté lo suficiente. Algo sí es seguro: soy un Pindejou. Espero ser capaz de asimilar eso.

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