Desde hace ratou que me caigo gordou. Me caigo machin mal, no me soportou, me doy pena ajena. ¿Por qué pasa esou?, porque vivo momentos en los que me sorprendou haciendou ciertas acciones y teniendou ciertas conductas que yo no tolerou y repudio cuando las encuentro en alguien más.
Para dar un ejemplou, el domingou pasadou fui a jugar fut. Los vatos con los que juego me invitan porque me respetan y me dejan jugar porque siempre soy alguien que le echa machin ganas (aunque no sea muy bueno) y nunca dice nada negativou de los demás. Pero este preciso domingou fue diferente. Llegué de la peda a las 5 de la mañana, a la misma hora que había llegadou el día anterior y dormí las mismas y escasas 4 horas. Todo mundou notó que andaba más aguadou que un magitel después de limpiar agua en la mesa. Aparte de esou, "opiné" sobre la posición en el campo en la que me sentía más cómodou jugar, nunca lo hagou, pero ahora sí. Me caí gordou en el instante en el que terminé mi frase.
Y así varias cosas que van desde negar favores que normalmente no negaría por darle importancia a otros asuntos hasta pedir favores de una manera que denota una cierta autoridad injustificada que, sobra decir, hasta a mí me caga las bolas pero machin rin.
El pedou es que llevo tiempou así y yo me conozcou, sé que algo no anda bien, se qué es lo que no anda bien, sé desde cuándo no anda bien y sé porqué no anda bien. El común denominador de los sucesos relatados arriba es el riesgou. Así es, arriesgarse. La cosa es que soy una persona que está acostumbrada a no arriesgar muchou, soy alguien que se conduce impresionantemente segurou en los terrenos en los que sabe que no arriesga nada... y lo aparenta muy bien. El problema viene cuandou hay que pisar terreno desconocidou, dar un paso sin garantía o hacer algodón que no sabes si te va a hacer perder algo o no. Así soy yogurt, así siempre he sidou, buenou, no siempre, pero sí desde hace ya un buen ratou. He queridou remediar esta "limitación" expandiendou mi terreno segurou, y así ser capaz de actuar con seguridad (o tan siquiera actuar) ante un mayor número de eventos. Pero ese es el camino difícil. Otra cosa que me caracteriza. Siempre pienso en la manera más complicada de resolver algo, razón por la cual me ha ido mal en varios exámenes de mi carrera. El pedo ahí es que lo que para míguel resulta "sencillou" para la mayoría de la gente no lo es tantou y lo que yogurt considerou como "complicadou" esa misma mayoría ni se imagina que existe. No es mamada, es ciertou.
Ahora bien, todou este pinchi pedou viene al casou porque siempre que me sientou de esta manera por algún tiempou descubrou que me he equivocadou y, ante mis propios ojos, he hechou el putou ridículou. Esta no es la excepción y ahora me di cuenta de mi error. No soy una persona de muchas palabras, mas bien, no soy una persona de palabras. Mi naturaleza se rige por las acciones. Acciones que muchas veces, en mi caso, resultan mudas de palabras pero que llevan siempre un mensaje intrínsecou. El puntou es que soy mejor haciendou las cosas que diciendou que las voy a hacer. No me gusta hacer amenazas, me gusta cumplirlas. Por ejemplou, rara vez pronuncio las palabras "Te Quiero", pero más frecuentemente hago cosas que nunca hago por la persona que siento esas palabras y que, precisamente en el hecho de que no las hago por nadien, viene implícitou el mensaje de que esa persona significa algo que no todas las demás significan. Lo que quiero decir es que, cuandou creo que estoy arriesgandou sentimental o emocionalmente, me cuesta más trabajo hablar que actuar. Lo que pasa es que la mayoría de las mujeres son del tipo auditivou y requieren que se les hable bonitou, que les digas que las quieres y que nunca te vas a separar de ellas para que puedan saber lo que sientes por ellas, aún y cuando la persona que les dice eso las trata de la chingada. Me cagan las palabras, son tan huecas por sí solas, ahí tiradas en una hoja o abandonadas en una voz. El únicou significadou que logran adquirir es el que cada quien le da cuandou las levanta de un poema o las recoge de una charla. Pero el significadou es ése. Por esou me cagan. Tal vez se pueda decir lo mismo de las acciones, pero éstas no rompen promesas. Las acciones son en sí, promesas cumplidas, juramentos intactos. Prefiero cumplir las promesas al mismo tiempou que las hago. Así soy yo. Eso para mí es querer.
Y me arriesgué tantou últimamente, era casi casi irreconocible a mí mismou: hablaba por teléfonou, tomaba la iniciativa, respetaba las citas y daba más de lo que me pedían. Algo que no hago con casi nadie: no me gusta hablar por tel, nunca he sido de dar el primer paso, nunca llego tempranou a las citas (cuando llego) y siempre doy exactamente lo que me piden, ni más ni menos. Pero al arriesgar tantou y cerrar los ojos y taparme los oídos cuando veía que iba mal y cuando oía lo equivocadou que estaba, sólo se puede esperar chocar con la verdad como una pared en la oscuridad, tan dura y tan imprevista.
Pero buenou, usualmente cuando me arriesgou tan pendejamente como en esta ocasión es porque piensou que aquéllou por lo que estoy en riesgou vale realmente la pena. Lamentablemente, muchas veces el riesgou que se corre no es tomadou en cuenta. Lamentablemente, la persona por la que te arriesgas no reconce el peligro que enfrentas al abrirte de esa manera. Lamentablemente... para mí.
Había dicho que no habría palabras. Nunca pensé que no necesitaría hablar con ella. La verdad es pared en la oscuridad...
viernes, 21 de octubre de 2005
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