sábado, 30 de julio de 2005

Vergas.

Vergas. Ando bien desesperadou a la verga. No sé qué vergas. Mi jefa llegó de Culiacópolis y llegó un tantou acelerada. Al modou. Con regañada y todo el pedal. Vergas, me desesperou a la verga.

Chingada reputísima madre, no encuentro una puta camisa y es de las que más me gustan a la verga. Puuuuuuuuuuuta madre, me encabronan las pendejadas que están fuera de mi alcance, o, más bien, que son ocasionadas por otras personas y que me afectan sólo a mí. Me caga me caga me cagfa mec cagcmeemfnsjdnvsjdnfxzAaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...

Y ya me estoy hartando de estas putas vacaciones. Todos los putos fines es lo mesmou: que pa dónde, que con quién, que con qué viejas, que no jalan, que se awitan, que se clavan, que me hartan, que son paleras, que son calientahuevos, que son calientes, que son feas... puras mamadas.

Mientras tantou, mi putou currículum sigue de la revértebra porque me da mucha hueva darle una parapetada pa que ya quede listón pa mandarlo a la verga y a las empresas. A ver qué vergas (o culos mejor) agarrou, ya quiero hacer algo a la verga, siento como si todavía estuviera en pause mi pinchi vida y eso vale verga. A la verga peluda apestosa mojada y resbalosa. Ya me voy a la verga a la calle, a ver si la putería y el/la Pacíficou me quitan este putou coraje. Que aparte no sé ni de qué vergas es.

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