Cosas de míguel que son machin cabronas de saber si no las posteo.

• No soportou que alguien me toque la oreja. Me encabrona sobremanera. Hasta me he visto en la necesidad de llorar de la rabia cuando por accidente me golpeaba la oreja con algo. Si algo toca mi oreja sin mi consentimientou me enciendou en furia colérica encabronada.
  
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• Me recontracaga cómo baila Jennifer López. ¿Acaso soy el únicou que piensa así?. Se me hace una de las más piores bailarinas que he vistou en un video, exceptuandou las que salen en ese video de Moby, Praise You, creo. J.Lo (apodou que se me hace mamonsímou tambor) me recontracaga y no se me hace mejor que cualquier culitou de colonia popular de por aquíles. (Ojou: lo anterior no implica, de ninguna manera, que, de presentarse la oportunidad, no me la coja, a huevo que le doy, nomás que no se le ocurra bailar porque le pego una mordida en la nalga.)
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• Me gusta comer pollou nomás en mi casa. Siempre que como pollou me lleno toda la bocota de grasa, salsa y demás desmadre untable incluido con mi ración de pollito chicken. Por eso, cada vez que me dan ganas de un poshou asadou, rostizadou, fritou o engargoladou (???) me lo trago en mi cantón, donde la gente no pueda verme con mi boca manchada. Ahorro en servilletas y conservou mi reputación pública de gente normal.
  
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• Tengo una pinchi fobia al compromisou. Creo que ya he explicadou mi pleito cantado con los planes y las previsiones. Para mílan baros, algodón que remotamente represente un camino predeterminado en mi accionar, me causa una repulsión instantánea, inconsciente, casi casi instintiva. Este análisis introspectivou me ha llevadou a la conclusión de que ésta es una de las razones por las que no he leído muchos libros, no tengo novia, casi nunca llego a tiempo, casi siempre cambio de planes aunque ya haya hecho un "compromisou" con otra persona y un sorprendentemente largou etcétera.
  
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• Puedou hacer desaparecer una bolsa Mega de Sabritas en un partidou de fútbol. Por si no se entiende: que me tragou una de esas bolsotas de papas mientras veo el fut. Desde morrillou me han gustadou las Sabras, me compraba mínimo dos en las tardes pa ver las caricaturas. Me las tomaba, porque me gustaba hacerle como en los anuncios. Así que una bolsa de tamañou Popular me duraba, probablemente, dos cortes comerciales. Es un pinchi vicio que pagou con la opulencia de mis lonjas abdominales, pero la neta es algo que no puedo evitar. Mis mayores pinchis respetos al cabrón que se le ocurrió el pinchi eslogan de Sabritas, porque es un pinchi genio incomprendido por nuestra sociedá moderna.
  
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• Yogurt siempre he queridou ser cantante. Mi primera grabación fue cuando estaba en segundo o tercero de primaria, cuando descubrí que la graba de mi carnala podía, realmente, grabar sin necesidá de micrófonou (la más pura tecnología de punta... de la verga), mi mejor amigou y yogurt nos decidimos a formar una agrupación musical que rompería con todos los géneros previamente establecidos: Micro Estrella Azul. Jajajajajajajaja, no mames, me acuerdo del nombre y me da risa. Creo que la primer rola que escribí, producí, interpreté y grabé fue una rolita de llamado social que se titulaba "Óyeme muchacho". Escribí otras rolas y las grabé en un cassette que, afortunadamente, está perdidou. En quinto año le cambié el ritmo a una poesía de la escuela y la hice como un rap. La poesía por supuesto no la declame así, pero me ayudó pa aprendérmela. Por muchou tiempou fui un incomprendidou solitario musical con unas ganas tremendas de crear música y tener mi propia banda. No fue hasta segundo de prepa que conocí al Pepinou y al Chorrou y aquél nos presentó al infamosísimou Bernalgas, guitarrista de gran clase y creatividá machin curada que completaba el cuarteto de los Pujidos en la Niebla, nuestra primer banda. El restou es historia...
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• No soy una persona que odie a nadie, pero si hay alguna clase de gente que se merece mi desprecio son los pinchis gringos. Esta última pendejeada por Eléi vino a reafirmar esta forma de pensar. Primerou está esa pinchi manía de ponerle una pinchi frontera y revisar a todos los que entran de manera soberbia y despótica. Digo, son como esos pinchis cadeneros de los antros que nomás por sus pinchis huevos de pichón deciden si te dejan pasar o nel, si te dan un permiso o te mandan pa atrás sin importar el viaje que hayas hechou. Me cagan por su ignorancia, me cagan por su egoísmo, me cagan por su mundo tan chiquito que para ellos es solamente E.U., me caga que se hagan llamar americanos (es como si los franceses le dijeran europeos a los españoles), me caga su autorracismo, me caga su pinchi consumismo, me cagan los negros, su puto enojo reprimido y constante y su pinchi idea de que todos están en su contra, me cagan que piensen que no podemos hablar inglés cuando cualquier parachutero porteñou habla un mejor inglés que su putou español que le enseñan durante toda la escuela, me caga su estupidez y que se vanaglorien de ella, me caga su excesivo e irresponsable uso de energía eléctrica, me caga que cualquier pendejo pueda ganar 7 dlls la hora trabajando en un puto mcdonald's y que todavía haya vagabundos que te exigen un dólar de limosna (no bajan la tarifa) y se encabronan porque los mandas a la verga (me guardo mi dinero pa los de aquíles), me cagan todos sus pinchis estereotipos vivientes y caminantes, me caga el brainwash tan cabrón que afecta al 95% de su población, me cagan sus ciudades iguales, su mundo artificially flavored, from concentrate, fat free y zero calories, me cagan tantas cosas más que me da hueva numerarlas, me caga vivir entre ellos... Pero denme una gringa bien buena y un trabajo con un chingo de billetes y trataré de obviar todo lo anterior.
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• El pedou más largo que he tenidou el honor de tronarme ha duradou 8 segundos. Ocho largos segundos de que mis labios del culo sostengan una nota sinfónica de alta complicidad y que al final me lloren hasta los ojos.
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• La parte de una mujer en la que primero me fijo y que, físicamente, tiene un mayor valor para mí es definitivamente esa región sin nombre que comprende el culitou, los muslos y las piernas. Cuando una morronga tiene de manera delineada y bien reportada esta región se gana mi atención por completou, y si además lleva una faldita voladora (o de cualquier tipou) entonces ocasiona en mi interior una respiración acelerada y un intenso bombeo de sangre por ciertas partes del cuerpou. Hay otras partes que también importan, pero no tanto como eso.

Algún día seguiré con más de estas madres. En alguna otra ocasión en que no tenga qué postear.