jueves, 16 de junio de 2005

Sobre la Libertadores.

Había queridou escribir algodón acerca del partidou del martes de Boca vs. Chivas, pero la verdad que con el enojou no fui capaz de empezar y decir algo coherente. Lo bueno que existe espndeportes.com porque fue ahí donde encontré este artículou de Martha Guerra, con el que coincido TOTALMENTE:


El periodismo debe ejercerse objetivamente, y esta vez lo intentaré, a pesar de mi frágil condición de mexicana.... y es que, lo que vimos hoy en la legendaria "Bombonera", esa que impone respeto por la calidad de su Boca Juniors, se convirtió esta noche en decepción, impotencia, escándalo e indignación.

No sólo se trata de no saber perder, de no poder defender lo colores y el honor del equipo que representan jugadores como Martín Palermo y Marcelo Delgado, que bueno este último nos mostró que su calidad humana, a veces no le alcanza, como lo vimos en su paso por Cruz Azul, sino que tener dignidad y honor para enfrentar la derrota, con igual calidad, que para celebrar el triunfo.

Hoy, eso se perdió de vista en Buenos Aires, para dar paso a la verguenza, a la estúpida agresión que convierte al hombre en un ser irracional, en un desquiciado buscando a toda costa, agredir, ofender, lastimar y recibir lo mismo de vuelta, para todavía dar más de esa violencia, que empaña a una de las más bellas actividades humanas: el deporte.

Eso fue lo que hizo Martín Palermo, el mismo que no supo concretar el gol en unas cuantas oportunidades que tuvo frente a la meta de ese joven mexicano, que hoy se consagró como un portero grande. Jesús Corona es un digno representante del fútbol mexicano, ese fútbol que sin proponérselo, humilló a tal grado al Boca, que lo desquició, y este a su vez, desquició a sus seguidores que como salvajes enardecidos se lanzaban a golpear al Bofo Bautista, al que no le perdonó recordar que llevaban una ventaja de 4 goles.

Si bien hubo sarcasmo de parte del Bofo, peor aún fueron las constantes agresiones de los jugadores de Boca, que ante la complaciente mirada del árbitro, se dieron gusto pateando y cabeceando a los de Chivas, a sabiendas que todo lo que fuera perjudicarles, al menos haría un poco menos dolorosa su derrota.

Y lamentablemente lo consiguieron, patearon tanto, que dejan lesionado a Omar Bravo.

Pero al silbante Martín Vázquez, se le fue el partido de las manos y permitirle tanto a los de Boca, terminó como era de temerse: mal, porque la peor desgracia será que recordar este duelo ,será pensar en violencia, en agresión y en todo eso que debemos repudiar y evitar en los estadios.

Agredir por la espalda es cobardía, y al ejemplo de Palermo, siguieron los de los aficionados, a los que en el colmo de la violencia, se les permitió lanzarse sobre el Bofo, cuando era resguardado por unos policías poco astutos, rumbo al vestidor, quienes permitieron que le dieran golpes, patadas y hasta escupitajos del Técnico de Boca... ¡que pena da el equipo de Maradona!

Y vuelvo a disculparme con usted amable lector, porque como mexicana, irrita, pero como periodista, indigna el hecho de ver que el deporte tenga que dirimirse así, que no existan la elementales condiciones de respeto entre seres humanos, que se supone realizan una actividad deportiva, cuyo fundamento es, la sana competencia y la fratenridad entre los pueblos.

Chivas gana, pero el fútbol pierde.

La Conmebol sancionará, ¿acaso no tan estrictamente como cuando se trató del América de México?... ojalá mostrara imparcialidad y las mismas reglas para todos.

Porque si Blanco mereció un año, a Palermo deberían darle el triple y atención psiquiátrica, para ver si entiende cual es su papel como jugador, y reprender bien a sus compañeros que todavía culminaron la "hazaña" del Boca, con un aplauso a su afición... a esa afición de Boca, que siguió su mal ejemplo... ¡qué pena!

Duele hablar así de uno de los equipos más importantes del continente, acaso el mayor protagonista de las últimas décadas, el que nos regaló con la magia de Maradona, pero que hoy averguenza y decepciona, porque la grandeza se demuestra no sólo en el triunfo, sino mayormente en la derrota.

Pero eso sí, cumplieron con el objetivo de mermar a Chivas y les dejan sin Bofo y Bravo, y de paso Ricardo Lavolpe les dio el otro "empujoncito", con las necedades de la polémica lista del Tri para la Condefederaciones, que no sé si escribió con pereza, o le salió un poquito del argentino que lleva dentro, pero lo real es que ahora hasta la FIFA tiene en la mira a los seleccionados chivas, cuando el Técnico Nacional nunca se ha definido por una alineación, así es que en Alemania, bien pudo seguir experimentando con otros jugadores.

Se ganó, pero queda un saborcito amargo... ¡lo de Boca, hoy no fue digno, no fue futbol!




No mames, este huey no merece dirigir ningún equipou profesional. Pinchi pendejo.

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