Kisiera cer unna partikula de zal i dormir por el dia en tuz ojos... y por la nochi en tuz lakrimas ezkapar.
Era en la noche una estrella que no dejaba de brillar, guaradaba en mi luz a mi bella, sólo así la podía consolar.
Gracioso sería el andar de los dioses si el ritmo del azar los gobernara. Tortuoso podría resultar un beso si en labios hipócritas se consumara.
Cándidos la luna y su olor, ávidos de rojo de sangre, trágicos destinos de amor inspíranme a otra vez suicidarme.
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