- Ya no andou de huevón. Al menos no de tiempo completou. Esta última semana me la pasé en el ranchou ayudandou a regentear el bisnes de la family. Es por ellou que me he alejadou de actualizar esta madre. Porque pos allá no tengo interné y si quiero entrar tengo que ir al pinchi cyber (que está cruzando la calle de mi casa) pero me da machin hueva (las viejas mañas nunca mueren...) y pos mejor me espero hasta andar por el puertou pa poner en orden esta madre.
- Me corté el pelou. Bueno, ahora no me lo corté yogurt sino que fui a que me lo cortara una vieja aún y cuando sabía que iba a batallar machin pa eplicarle cómo chingados quería que me arrancara la mata. Y sí, ahí estuve un rato diciéndole que más corto por aquí, que nomás la puntita por allá y pa colmo cuando terminé de explicarle ni me entendió porque terminó podándome como le dio su peluquera gana. Ahhh, y pa acabarla de rechingar, la pinchi vieja hija de su pinchi tijeruda madre me andaba agarrandou la oreja cada vez que cortaba un putou pelo. Puuuta madre, con ganas de desgreñarla a la cabrona, ya por eso mejor ni le expliqué bien y nomás le dije que así como estaba taba bien, pa que no anduviera chingando pasando sus sucios y peluqueros dedos, manos y hasta tijeras por mis preciadas orejitas. Pa l'otra mejor evito corajes y me lo corto como me dé mi gana.
- Al parecer en esto de los romances no conozco el puntou medio. La chiquilla en cuestión ha decididou instalarse indefinidamente en mi mente, ha montadou su campamento en mis pensamientos y parece ser que disfruta las noches en las que coqueta pasea por mis sueños, sólo para recordarme que está ahí para quedarse... por lo menos un buen ratou. Pero buenou, estoy razonalizandou (o sea, empezando a razonar todo el pedou... me vale madre que no exista esa palabra) todou el asuntou y aunque en un principio parecía estar decidido a hacer las cosas sin pensar ahora estoy actuandou más normalmante (pasivamente) para esperar y ver cuál es el momentou indicado pa hacer las cosas. Además estoy empezando una fuerte campaña pa restarle importancia a lo que creo sentir por ella y así, eventualmente, hacerla que se mude con todas sus chivas de mi cabeza. Esperemos que el plan resulte, si no, tendremos que volver al gastadou recurso antisoledá de los jales de una noche y/o las morritas de primer jalón. Mientras tanto, este blog está corriendou el serio e inminente peligro de cambiar permanentemente de musa.
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