martes, 7 de noviembre de 2006

Pendejeandou

Hace un tiempou caí en cuenta que esta madre de blog ya casi cumple su tercer aniversariou de disque existencia, ya que en los últimos meses ha estadou agonizandou machin rin. Mi vieja mula ya no es lo que era. Sí, así es.

Pos en estos momentos las mamadas del post anterior como que me impedían meterme a escribir más pendejadas, porque como que necesitaba pendejadas bien cabronas pa poder cambear el tema ese tan escabrosou de la confusión, la jotería, la indecisión y la jotería. Pero buenoou, habiendou resueltou esos desmadres (no sé si en la mejor manera pero resueltos al fin) me propongou postear pendejadas un poco más regularmente de en ora en adelante pa poder darle si no un final feliz sí un final pendejou a esta mamada con motivou de su tercia de añejos de bacardí en la frente.

Últimamente ha estadou haciendou un puterou de frijol por acátsup, tantou que las predicciones de nieve se hicieron correctas con pinchi precisión nostradámica el mesmo miércoles (sacou) con una pinchi tormenta bien caprona acá machin. Hubo un soberanou desvergue en las calles, los autobuses ya no pasaban, los carros se quedaban abandonados en las orillas de las avenidas ya que el pinchi hielou no los dejaba avanzar y como "la nieve tomó por sorpresa" a todos los suecos pindejous pos todavía traían sus llantas de veranou que son como patines en estas épocas. No sé porqué vergas dicen que los tómo por sorpresa si taban chingue y chingue en que el clima era muy caliente pa estas fechas que ya debería de haber nevadou y que la chingada, mmta madre ¿quién chingados los entiendou puesn?.

Por mi parte yo hice hasta lo casi imposible por llevar mi orgullo fodongou hasta sus últimas consecuencias cuando andaba en chanclas en temperaturas de 5°, ante el asombrou de toda la gallada. Pero pos ya con la puta nieve pos ya no pude hacer ni madres, pos no mames, no dejo de ser un pinchi cojteñitou en tierras vikingas y aunque soy bien vergas pos el cambio sí tá bien cabrón. Tons pos desde el sácoles saqué (valga la reputancia) mi chamarra de inviernou y toda la parafernalia invernal pa poder andar por ahi con tranquilidá y sin temblar (tantou).

El sábadou toda la puta nieve se reditió, acá, y pos si taba haciendou dos tres frijol pero pos no tantou como los putos -8°C de la primer nieve, quesque era una tormenta. Ese mismo putou sábadaba fui a una puta fiesta y fui vilmente engañadou y utilizadou. Me prometieron una fiesta bien perrona, con mujeres doctoras suecas disfrazadas de vampiras, diablas y putas y machin pedas. Pero pos nel. La puta fiesta era una cena de no sé que vergas, había bien poquilla raza, las viejas no andaban disfrazadas y no eran tantas y no taban tan buenas y no se empedaron (tantou). Después de la cena se disque convirtió en disque fiesta pero a mí me dio una hueva enorme y de no haber sido por las putas 80 coronas que pagué con la ilusión de encontrar diversión y desenfreno en ese lupanar pues me hubiera ido a chingar a mi madre como desde la media hora que llegué. Pero no. Me quedé. Porque pinchis 80 coronas son un chingou. Buenou, son apenas como 2 cheves y media, pero eso es porque las putas cervezas tan bien caras. No mames, una chela a 30 pesos ya se les hace super regaladou y te puedes encontrar en algún putou lugar sorbiendou birras de 90 bolas, no pinche mames caprón, todavía dijeras son unas putas cheves acá orgásmicas, cachondas, que adelgazan o te ponen mamadou pero neeelson ned, ni madres, tan más de la verga que las tecates, y eso que ya es munchou decir.

Buenou, pos ya llegué bien pinchi tarde, nos vinimos hasta que se acabó todo el pedou. Y pues el domingou hicimos una puta reunión pa limpiar todo el desmadre de la cocina... ¿o no?, ¿o fue el domingou pasadou?, verga, ya no me acuerdou. Lo que sí me acuerdou es que el domingou me la pasé huevoneandou acá machin rin (qué pinchi novedá) y que no vi más que el partidou en el que le metieron la vértebra al Madrí porque es el único que pude ver despiertou, los otros los vi jetón, así como que bien surreales los putos partidos, recuerdo partes que no sé si las soñé o las vi de a neta, total que estuvou chilou el putou partidou.

En los últimos meses esta madre ya no es lo que era antes, y mucho menos lo que era al principio, cuando escribía puras mamadas cursis que antes había escritou en algún ladou. Ahora la neta no sé ni qué vergas escribir. Cuando tengo algo que escribir me da hueva y cuando se me quita la hueva se me olvida lo que iba a escribir y cuando me acuerdou de lo que era tengo que irme a la puta escuela y cuando regresou ya no me acuerdou y ya no me quiero acordar a la chingada porque... qué pinchi hueva. Como la pinchi hueva que me tá dandou orita, chingada madre, luegou escribou más pendejadas. A ver cuánto dura esta madre. Ahh sí, feliz pinchi día de mi santou.

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